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sábado, 11 de febrero de 2012

El poder del deseo

Ambos sabían que lo que estaban haciendo no estaba bien, pero la pasión les empujaba a hacerlo una y otra vez. Solían escudarse en sus preocupaciones para así poder verse con el fin de desahogarse mediante el intercambio de impresiones, pero el resultado siempre era el mismo. Buscaban excusas que camuflasen sus verdaderas intenciones, que les hicieran engañarse así mismos.
El tiempo no pasaba para ellos, quizás por el sentimiento de inocencia que ambos luchaban por mantener, quizás  porque les encantaba rememorar la complicidad presente en cada uno de sus encuentros, quien sabe. Y es que estas situaciones resultaban tan intensas en algunas ocasiones que incluso ellos habían llegado a sorprenderse.
Romanticismo, efusión y lujuria se fusionaban para crear el ambiente más propicio, aunque en tan fogosa mezcla también influían factores tales como la ternura, el cariño, la dulzura.....los cuales, a su vez, llegaban de la mano de los besos y caricias característicos de este tipo de ambientes.
Las sensaciones se acentuaban para así convertirse en intensas experiencias a través del numeroso conglomerado de emociones generadas por......el deseo.............

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