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miércoles, 24 de octubre de 2012

Santiago, un paraje mágico e incomparable

Todo aquel que camine por las majestuosas y concurridas calles del centro histórico de Santiago tendrá la oportunidad de sentir la calidez que en ellas se respira. El sosiego, la tranquilidad y la bondad de sus gentes se ocuparán del resto.
Dejando a un lado estas gratas y amigables características, hay un claro elemento que suele pasar inadvertido para la gran mayoría de los visitantes que, maravillados ante los distintivos paisajes de la zona y, alternando cada uno de sus recorridos con las inigualables estampas naturales, se ven incapaces de identificar el mágico ambiente que rodea su entorno y  flota por cada esquina. Es algo difícil de explicar, indescriptible, es algo único.
Quizás el secreto resida en alguno de los gigantescos y multitudinarios muros de piedra que sustentan los monumentos, o puede que sea la satisfacción de los peregrinos ante la consecución de sus andanzas lo que me provoca esta extraña sensación, o quién sabe si todo esto es provocado por alguna de mis frecuentes elocuencias mentales...
No sé si algún día encontraré la respuesta a este misterio, no obstante, estoy completamente seguro es de que no tardaré en regresar para así poderme deleitar una vez más.



miércoles, 17 de octubre de 2012

Otoño, un periodo altamente inspirativo

Han pasado nueves meses desde la última vez que nos vimos y he de admitir que llevo algún tiempo esperando tu llegada. Es hora de volver a contemplar la incesante caída de las hojas que poco a poco van creando su propio paisaje sobre el mojado y húmedo manto, es hora de que la inspiración nos ataque con fuerza.
La aparición de las primeras lluvias hará resurgir algunas de las ideas que parecían haber quedado en el olvido mientras que otras nuevas se irán asomando entre los grisáceos y oscuros paisajes que tanto te gusta dibujar sobre nuestras cabezas. Este es tu momento, tu escaparate para mostrarnos aquello de lo que eres capaz. Cambiarás el color de nuestros días, de nuestro entorno, nos ayudarás a encontrar el equilibrio, nos transformarás lentamente....
Tus largas y gélidas tardes nos aportarán la tranquilidad y el sosiego necesarios, los cuales nos llevarán a un mejor aprovechamiento de nuestro tiempo, tintando nuestras horas con una espesa pero buscada soledad narrativa que tratará de emerger de su letargo para sacar lo mejor de nosotros.
Ya estás aquí, no hay más opción, tu vistosa y notable presencia se encargará de embarcarnos en un viaje sin rumbo que nos hará revivir y evaluar experiencias, decisiones y actuaciones pasadas o nos ayudará a  soñar e imaginar con aquellas que todavía están por llegar.

martes, 16 de octubre de 2012

Desvelos más que justificados

El suave y delicado murmullo de la noche refleja el ambiente idóneo para que pueda lleva a cabo mis pretensiones. Apenas llevo unas horas sin escribir, no obstante, la necesidad por continuar progresando y mejorando me empuja hacia el desvelo, las letras parecen haber vencido al sueño en esta lucha.
Tomo aire, despejo mi mente y lápiz en mano esbozo algunos borradores acerca de lo que a continuación voy a describir y relatar a través del sombrío teclado plástico del ordenador. Desde pequeño he soñado con poseer algunas de esas viejas máquinas de escribir que nunca pierden su encanto, escuchar su genuino ajetreo, sentir los golpes de tinta contra el papel...debe de resultar algo mágico, sin embargo, a la hora de la verdad he terminado rindiéndome ante las nuevas tecnologías, al igual que la mayoría de los escritores de hoy en día. Es una pena, pero es la realidad.
Uno a uno, voy creando diálogos, situaciones y personajes de la obra, aunque conociéndome y teniendo en cuenta lo minucioso que suelo ser con estos temas seguro que terminaré reescribiéndolo todo varias veces. Nada es definitivo hasta que me encuentre satisfecho con el trabajo final, lo que suele tardar en ocurrir mucho más tiempo del que me gustaría, nadie dijo que esto fuera fácil.
Tras unas horas de idas y venidas mentales parece que he conseguido darle forma a algunos textos. Los repaso una y otra vez intentando cambiar ciertos aspectos de la redacción, me temo que voy en busca de la perfección que nunca encontraré...
Finalmente, reflexiono acerca de lo acontecido esta noche. Este diálogo interior resulta satisfactorio, el esfuerzo ha merecido la pena, o al menos eso es lo que quiero creer. Además, la llegada del amanecer parece indicar el fin de esta historia, el sueño parece haber ganado la batalla.


lunes, 15 de octubre de 2012

Nuevos caminos...

El tiempo hizo que sucediese lo inevitable, los frecuentes y desenfrenados encuentros parecían haberse convertido en algo más y las conversaciones diarias habían ido adquiriendo un tinte sentimental que nos empujaba hacia las puertas que anteriormente habían flanqueado nuestros destinos.
Ahora estas puertas parecen abrirse ante nuestra presencia, empujadas por el deseo, controladas por nuestras emociones....y espero que esto sirva para acabar con la fragilidad unidireccional que la incertidumbre lograba implantar sobre la faceta anímica, la cual a su vez contagiaba a los profundos pensamientos y reflexiones que se generaban tras cada  despedida.
A partir de este momento serán nuestros pasos los que dibujen el camino a seguir, una senda por la que transiten y converjan las futuras realidades, un lugar en el que las ilusiones estén siempre presentes y los miedos ni tan si quiera se atrevan a acercarse. El horizonte ya no se dibujará sobre un fondo borroso y las barreras que nosotros mismos creamos como mecanismos de autodefensa irán despareciendo con el paso de los segundos, minutos y horas...
Olvidemos las confusas intenciones pasadas, dejemos que los resurgidos placeres nos guíen por la ruta adecuada, de esta forma haremos desaparecer cualquier atisbo de indiferencia interior  y  al fin conseguiremos afianzar aquello que antes nos resistíamos a imaginar por temor a no hallar la convincente estampa que hoy dibujan nuestros besos.

lunes, 8 de octubre de 2012

No dejes para mañana...lo que puedas solucionar hoy...

Erika, al igual que Tania, solía dirigirse hasta el granero en cuanto los primeros rayos de sol comenzaban a colarse por la pequeña ventana de su habitación, momento en el que los habitantes de la aldea comenzaban a despertar de su placentero sueño. La rutina provocaba que ambas salieran casi al mismo tiempo de sus casas tomando distintos caminos para llegar a su destino, aunque la distancia que debían recorrer era exactamente la misma. Sin embargo, desde hacía algunas semanas y a pesar de la similitud de los trayectos, Erika siempre llegaba en último lugar.
Cierto día, el capataz, intrigado por las razones que provocaban este extraño suceso, decidió que a partir de la mañana siguiente, les acompañaría durante sus travesías. Un día iría junto a Tania y al otro con Erika, repitiendo esta operación todas las veces que hiciera falta hasta que consiguiese desvelar el misterio, no obstante, el capataz únicamente tuvo que seguir una sola vez a cada una para comprender lo que estaba ocurriendo.
Los caminos por los que Erika y Tania avanzaban con sus viejos carromatos estaban situados en la parte baja de las gigantescas montañas que rodeaban la aldea, lo que provocaba que algunos de los  rocosos fragmentos que dibujaban este tipo de relieve cayeran a lo largo y ancho de estos pasajes. Erika siempre trataba de esquivar las distintas rocas que podían dificultarle el paso o se desviaba de su ruta habitual hacia otra por la que pudiera continuar sin problemas incluso sabiendo que esto le haría perder aún más tiempo. Tania, por su parte, dedicaba unos minutos al día a despejar el sendero por el que ella se dirigía con intención de evitar la situación en la que se solía encontrar Erika cada tres o cuatro días.
Todo le había quedado claro al capataz, Erika no era capaz de afrontar los problemas a medida que le iban surgiendo, obteniendo como resultado final un cúmulo de adversidades que conseguían condicionar su personalidad en distintos ámbitos, mientras que, Tania, quien contrariamente trataba de solucionar los inconvenientes en cuanto alguno de ellos hacía acto de presencia, siempre actuaba de una forma más tranquila y optimista y nunca tenía que lamentarse acerca de lo que pudo hacer y no hizo. Así que, tras haber observado con detenimiento estos dos tipos de comportamientos, al capataz no le quedo más remedio que acercarse hasta Erika con intención de darle un consejo que pudiese aplicar no sólo a su faceta laboral: "No dejes para mañana...lo que puedas solucionar hoy".

jueves, 4 de octubre de 2012

Compartiendo sueños

Resulta agradable conocer aquellas iniciativas en las que se encuentran inmersas las personas de nuestro entorno, aunque lo  realmente satisfactorio es participar en dichas acciones, haciéndonos cómplice de sus propios proyectos, de sus sueños. Es en estos casos cuando logramos sacar lo mejor de nosotros mismos y dejamos que nuestras capacidades brillen en todo su esplendor. Y es que, la sensación generada por este tipo de circunstancias resulta incomparable.
La lucha y el esfuerzo desplegados en este tipo de situaciones para la obtención de metas y objetivos comunes suelen acrecentarse debido a la confianza, el entendimiento y la continua implicación de las partes, lo que se traduce en mejores resultados. Sin embargo, nadie dijo que esto fuera fácil ya que,  con el paso del tiempo, irán surgiendo ciertas diferencias, y al existir un alto de grado de confianza podrían surgir conflictos de toda índole. Esto dependerá de las perspectivas y percepciones personales, sin embargo, no es algo que no se pueda solucionar. Para ello tendremos que  hacer uso de la comprensión y la empatía siempre que nos sea posible, de esta forma nos ahorraremos más de un quebradero de cabeza.
Hace algún tiempo que yo decidí adoptar este tipo de comportamiento, me apasiona poder colaborar en cualquier proyecto cercano que consiga sacarme de la rutina y hacerme ver más allá,  al igual que disfruto de las colaboraciones externas que surjan alrededor de cada uno de mis propósitos profesionales.Tratemos de embarcarnos en este tipo de aventuras, os garantizo que será una experiencia distinta, única, especial...

miércoles, 3 de octubre de 2012

Indecisiones...¿Vale la pena esperar?

Sus continuos cambios de opinión por fin habían logrado su propósito, condicionar mi estado de ánimo dependiendo del suyo propio. Quizás lo mejor hubiese sido haber dejado todo claro desde un principio, así nada de esto hubiese sucedido y tampoco hubiésemos llegado hasta una situación tan insostenible, para que engañarnos.
Los buenos momentos habían derivado en tontas y frecuentes discusiones causadas por el tan variable interés con el que ella solía afrontar nuestra extraña relación. Los sueños e ilusiones se desvanecían lentamente a causa de nuestras diferencias, los conflictos aumentaban con el paso del tiempo y la incertidumbre rodeaba cada uno de nuestros encuentros e intentaba disfrazar los sentimientos bajo la gruesa y oscura capa creada a raíz de la inseguridad de sus acciones y decisiones personales.
Todavía no he averiguado qué razones o motivos le llevaban a adoptar un comportamiento tan infantil, sigo sin poder explicármelo. Ya no habrá más esperas, el cansancio emocional ha decidido darse una tregua, ya no habrá más reflexiones que no conducen a ningún sitio, los dos sabemos que nuestros distintos puntos de vista terminarán conduciéndonos por diferentes caminos...

martes, 2 de octubre de 2012

La ley del perdón

A mis veintiocho años de edad puedo decir que no he conocido una sola persona a quien le disguste que alguien se disculpe con ella por algún fallo que hayan cometido y pueda haberles afectado. Sin embargo, también sé de buena tinta que hay quienes, por orgullo u otras razones personales, son incapaces de reconocer sus errores y tomar la iniciativa o incluso hay quien se resigna o le cuesta aceptar una justificación, pero eso depende de cada uno.
Pues bien, teniendo en cuenta la magnitud o importancia que queramos darle, creo que la única solución posible para esta disyuntiva reside en la novedosa ley del perdón. Esta desconocida legislación cimienta su base principal sobre la aceptación y comprensión de los problemas con el fin de llegar a un deseado consenso vital y personal. Si no somos capaces de aceptar, asumir y reconocer los errores así como de perdonarlos, estaremos encerrándonos en nosotros mismos, estaremos rehuyendo de la realidad que nos rodea...
¿A quién no le gusta solventar sus diferencias con el resto? Creo que serán poco los que contesten afirmativamente, no obstante, también habrá casos extremos en los que la no obtención o aceptación de una disculpa esté más que justificada. Solo tú eres capaz de evaluar lo que puede ser justo hacia tu persona evaluando y analizando los hechos pasados.
Hagamos un esfuerzo, intentemos dar un paso al frente, tratemos de comprender y recapacitar acerca de nuestras vivencias, busquemos un remedio a través de un procedimiento algo inusual y desconocido...la ley del perdón.