Vistas de página en total

viernes, 11 de noviembre de 2011

Las tres fases de la fortaleza interior

Como si de un cordón desatado se tratase, voy anudando mi vida lentamente, adelantándome a cada paso gracias al extenso conocimiento que las vivencias han sabido ir proporcionándome. No tengo prisa, no me gustan las prisa, así que me tomo mi tiempo. Es preferible reflexionar y anudarse bien los zapatos a tener que estar deteniéndonos frecuentemente para volver a colocar los cordones
La primera alternativa será la que nos ayude a mantener el equilibrio y nos guie con paso firme en la toma de decisiones, sin embargo, la segunda opción nos hará comenzar una y otra vez desde el principio.
Teniendo clara esta premisa, lo primero será trazar la ruta por la que trataremos de avanzar para así tratar de conseguir nuestras expectativas sin tener que detenernos ante los obstáculos que nos vayamos encontrando.
El siguiente paso consistirá en marcarse objetivos o metas reales para así no llevarnos dolorosas decepciones, debemos de ser realistas.
Por último, habrá que afrontar cada uno de los retos con la mayor energía posible para superar las adversidades personales y profesionales que puedan surgir durante el camino que nos conducirá hacia los objetivos y metas marcados anteriormente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario