Dos caminos, dos opciones, y ninguna alternativa real y consistente. O eres de un bando o lo eres del otro, sino te considerarán un escéptico o mucho peor aún, un bicho raro.
Siempre me he caracterizado por buscar las debilidades (que son muchas) y los inconvenientes de los dos hemisferios, dudas acerca de la veracidad de sus palabras y de sus acciones. Y es que sus promesas no suelen llegar a cumplirse o lo hacen de una forma parcial para que nadie pueda acusarles de ser unos farsantes buscadores de la satisfacción personal. No obstante, lo más triste de todo este conglomerado son las paupérrimas escenas que sus líderes van dejando allá dónde van y la multitud de acciones que realizan para atacar a sus opositores. Y es que, quien no sea uno de sus seguidores, puede que tenga derecho al voto, pero no tendrá voz.
Bipartidismo, surrealismo político, incultura social…. no sabría cómo llamarlo. La consecuencia más curiosa a todo este entramado es el recelo con el que algunas personas acuden a las urnas, influenciados o incluso manipulados por la masa social. Ejercen su derecho, pero….¿lo hacen en base a sus verdaderos ideales?
Totalmente de acuerdo amigo. Pero aunque en esa realidad absolutamente manipulada por los denominados "mass media", la gente como tú, como yo, y, al fin y al cabo, como la gran mayoría, no estemos representados, en el fondo sabemos que hay otro camino que dista de esa bipolaridad y algún día lo encontraremos.
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