Parece habernos ganado la batalla sin apenas darnos la oportunidad de elegir nuestro posicionamiento. Nos hace débiles y susceptibles al comportamiento global que asola nuestro tiempo. Necesidades que realmente no lo son y que nos hacen creer que estamos satisfechos, y todo por seguir la estela que nos marca una sociedad teledirigida.
¿Cuándo empezaremos a pensar por nosotros mismos y seremos capaces de elegir en base a nuestros intereses y necesidades personales? Espero que este momento esté cerca y que, cuando llegue, sepamos darnos cuenta y así salgamos de la gran espiral que cada día engloba a más y más personas.
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