Todos miramos atrás en algún momento de nuestra vida con intención de analizar la evolución de nuestras acciones, experiencias, comportamientos….. Pues bien, esta tendencia no es más que la necesidad de autoevaluar y clasificar nuestros recuerdos con intención de averiguar nuestro grado de superación y satisfacción personal.
Seguramente alguna de estas etapas nos haya podido dejar un mal sabor de boca por no saber o querer afrontar los malos momentos; habrá otras que no tengamos en cuenta por su absoluta normalidad; y posiblemente también haya algunas en las que nos hayamos precipitado obteniendo como resultado un limitado disfrute de las mismas. Es en estas últimas donde más fallamos debido al descontrol producido por la impaciencia y las ganas de vivir.
Todas y cada una de estas etapas son importantes y nos hacen ser quienes realmente somos, así que aprovecha tu tiempo, rehuye tus miedos, supera la monotonía y trata de eternizar los buenos momentos
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