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lunes, 18 de agosto de 2014

Amor de verano

Para Iñigo, este ha sido un verano diferente, incomparable a los anteriores, un período de tiempo en el que ha descubierto lo importante que puede llegar a resultar alguien con quien apenas has compartido unas semanas de tu vida. La culpable de esta nostálgica situación es Clara, una joven alegre, cariñosa y enamoradiza que ha conseguido que el tiempo se detuviera en cada una de sus citas. Aquellos largos y calurosos atardeceres con los que acostumbraban a sincerarse y jurarse amor eterno ya no se repetirán, al menos durante un año. Tampoco habrá lugar para la complicidad con la que se despedían cada noche en la plaza del pueblo, es hora de volver a la rutinaria realidad que rodea a los adolescentes durante el curso escolar.
Han sido capaces de descubrir la sensación de ser amados a pesar de su juventud, será por la inocencia que desprenden con su comportamiento o puede que sea por la venda que les ciega tratando de esconder lo dura y triste que resultará la distancia. Por delante queda ver si ambos cumplen las promesas realizadas, tendrán que esforzarse por mantener el contacto, no será lo mismo, pero ya es un comienzo. Ninguno olvidará estos días, esa genuina sensación perdurará durante varias semanas. Lo más seguro es que, sin que ellos puedan ni quieran darse cuenta, la intensidad de sus mensajes y muestras de cariño se vayan reduciendo lentamente hasta que todo vuelva a su antiguo cauce. Al parecer, los amores de verano…tienen fecha de caducidad.

1 comentario:

  1. HOla, he llegado hasta aquí a través de otros blogs amigos. He leído tu relato y me ha gustado mucho. Los protagonistas han vivido unos días intensos que nadie sabes si se repetirán pero la vida hace pasar esas "agridulces pruebas".
    El destino desencadenará las siguientes escenas...podría tener continuación este texto, por qué no?

    Un saludo
    Me quedo como seguidora y me alegra haber venido.

    Rosa

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