Ninguno de los dos conocía la verdadera razón que siempre les llevaba a terminar de la misma manera. Quizás fuesen las caricias que ella acostumbraba a ofrecerle de una forma tan especial que a él le resultaban imposibles de rechazar, aunque también podía ser debido a los mágicos momentos que solían caracterizar cada uno de sus apasionados encuentros.
Quién sabe. De cualquier manera, allí estaban ellos, tumbados el uno frente al otro, comiéndose con la mirada, deseándose con la mente, sintiéndose con el alma……
Nunca podrían tener una relación estable y cotidiana, ambos lo sabían, no obstante, ninguno de los dos quería terminar con lo que había pasado de ser un simple juego de atracción a convertirse en una constante exposición de verdaderos sentimientos reencontrados.
Dejarían pasar el tiempo, intentando que fuera éste quien les plantease una solución, no querían ver más allá del presente. Estaban muy a gusto con su situación actual, sin compromisos, sin explicaciones, sin temores que pudieran condicionar su día a día. Allí estaban ellos…tumbados sobre las sábanas….mirándose fijamente…..
No hay comentarios:
Publicar un comentario