Pues bien, teniendo en cuenta la magnitud o importancia que queramos darle, creo que la única solución posible para esta disyuntiva reside en la novedosa ley del perdón. Esta desconocida legislación cimienta su base principal sobre la aceptación y comprensión de los problemas con el fin de llegar a un deseado consenso vital y personal. Si no somos capaces de aceptar, asumir y reconocer los errores así como de perdonarlos, estaremos encerrándonos en nosotros mismos, estaremos rehuyendo de la realidad que nos rodea...
¿A quién no le gusta solventar sus diferencias con el resto? Creo que serán poco los que contesten afirmativamente, no obstante, también habrá casos extremos en los que la no obtención o aceptación de una disculpa esté más que justificada. Solo tú eres capaz de evaluar lo que puede ser justo hacia tu persona evaluando y analizando los hechos pasados.
Hagamos un esfuerzo, intentemos dar un paso al frente, tratemos de comprender y recapacitar acerca de nuestras vivencias, busquemos un remedio a través de un procedimiento algo inusual y desconocido...la ley del perdón.
Hagamos un esfuerzo, intentemos dar un paso al frente, tratemos de comprender y recapacitar acerca de nuestras vivencias, busquemos un remedio a través de un procedimiento algo inusual y desconocido...la ley del perdón.
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