No he podido resistirme a relatar lo que ha sucedido hace algunas
horas. Nada más abrir el correo electrónico de uno de los proyectos literarios en
los que me encuentro inmerso, he ido leyendo uno a uno los distintos emails que
agradecen o intentan informarse acerca de nuestra labor hasta que, llegado al
último correo, he tenido que releer la información que allí había recogida
debido a la gran sorpresa que me he llevado.
Se trataba de un texto corto, en el que se recogía el
ofrecimiento de Jesús Alberto Gil por realizar una entrevista con nosotros. Hasta ahí todo
normal pero…¿qué dirías si os cuento que este escritor es una persona
totalmente ciega?
Es satisfactorio generar cierto interés por la lectura y la
escritura, no obstante, resulta prácticamente imposible describir cuál ha sido
la sensación que ha inundado mi cuerpo en cuestión de segundos. Cuántas trabas
o problemas le habrán debido de surgir, cuántos obstáculos habrá tenido que
superar….y todo…por amor a la escritura.
Apenas he podido intercambiar unas palabras con él en
respuesta al gran interés que parecía mostrar, pero ahora más que nunca tengo
claro que la pasión con la que los autores plasman cada uno de sus escritos no
es fruto de la casualidad, sino que en este mundo…la profesión o la vocación va
por dentro.
Aquel que desea algo de verdad y lucha con todas sus fuerzas
está mucho más cerca de conseguir sus propósitos que resto de las personas que
dudan en sus capacidades por miedo al fracaso y ni tan siquiera intentan
superar sus retos aún sabiendo que con un gran esfuerzo y sacrificio podrían llegar
a conseguirlo…¡maldito conformismo!
Bravo por Jesus Alberto Gil y por los que no dejáis de perseguir vuestros sueños...
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