Dichas
estructuras albergan más historia e historias de las que nadie pueda imaginar,
mezclando un cúmulo de personajes y situaciones que bien podrían crear
cualquier extraña y sorprendente situación que se nos pudiese pasar por la
cabeza.
En
aquellas lejanas épocas los carros no
cesaban de entrar y salir por las majestuosas puertas por las que se accedía a
las numerosas villas, los mercaderes intentaban vender alguno de sus exóticos
productos o en su defecto intercambiar algún vulgar artículo, los vigías
impedían el paso a todo aquel que poseía un permiso especial o conspiraban
contra el rey, los caballeros se entregaban a la causa real o retozaban con
jóvenes damiselas,y los gobernantes del lugar trataban de regir con justicia o
simplemente se lucraban a costa del sacrificio de los habitantes de la región.
Cuántos
romances o conflictos reales deben esconderse tras cada uno de los gruesos
muros de piedra que se divisan a gran distancia. Emplazamientos que transmiten
distintas sensaciones: novelescas, mágicas o poéticas, pero sobre todo,
inspirativas.
Y
como leí en un llamativo y curioso grafitty que hay dibujado sobre una blanca y
gruesa pared de piedra frente a la que paso todas las mañanas....dejemos que la
imaginación nos haga únicos.
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