Héroes anónimos que no buscan el reconocimiento general. Los voluntarios no se mueven por interés, a diferencia de la gran mayoría de la ciega y despreocupada sociedad mundial en la que vivimos. Y es que, en muchos casos, el dinero no lo es todo.
No creo que para estas personas haya una mejor recompensa que una sonrisa o unas palabras de agradecimiento, simplemente creen en un mundo mejor. Es su satisfacción personal lo que les lleva a realizar las distintas y gratificantes labores que desempeñan en cualquiera de los ámbitos por los que se suele mover este colectivo.
Experiencias y emociones que marcan la diferencia a través de acciones y gestos que dan como resultado una desinteresada dedicación que repercute sobre aquellos que lo necesitan. Y lo mejor de todo es que cada día son más las personas que deciden quitarse la venda de los ojos e intentan hacer algo para que la falsedad económica y social no siga su curso.
¡Gracias a todos vosotros!, ¡Gracias por tratar de construir un mundo mejor!
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