Las hojas caían lentamente contra el suelo sin apenas llamar la atención, el cielo amenazaba con descargar su furia sobre sobre mi persona y el viento soplaba con una fuerza embravecida. Había decidido salir a la calle y desafiar a los elementos de la naturaleza con el único fin de despejarme y sentirme parte de la propia naturaleza aunque sólo fuera durante unos instantes
Comencé a andar sin rumbo, necesitaba notar mi cuerpo en continúo movimiento, necesitaba sentirme yo mismo para así poder responder a las dudas que habían surgido y residían en mi interior, y quien sabe si ya de paso, me toparía con la inspiración que desde algún tiempo parecía esconderse de mi.
Esta es el único método por el cual consigo sentirme libre, y esto me permite dejar volar mis inquietudes por los confines del universo y concentrarme en la obtención de mis metas personales y profesionales. La verdad es que ahora mismo no sé que sería de mi sin estos ratos tan tranquilos, tan reflexivos, tan necesarios.......
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