Espero que mis besos y caricias continúen arropándote cada noche, que mis abrazos te sigan aportando las fuerzas necesarias para que puedas superar los problemas y así logres mantener la bella sonrisa que se erigió como mi principal debilidad. Quiero que trates de conservar estas mágicas sensaciones, que mantengas la ilusión y la intensidad que me transmitías de una manera tan dulce y sensual.
Guárdame en tu memoria, mantenme vivo en tu interior y controla la abrumadora nostalgia, no será fácil, pero sí necesario. A ti, el gran amor de mi vida, te dejo lo que ya tenías, mi alma y la realidad de sentirte amada en una subjetiva eternidad conjunta.