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lunes, 11 de junio de 2012

Cuando menos te lo esperas

Su suave y bronceada piel conseguía llamar la atención allá por donde ella pasaba, y su intensa y penetrante mirada solía alegrarme alguna de mis aburridas tardes haciendo así que mis pensamientos se distorsionaran cada vez que escuchaba su dulce tono de voz.
Teniendo en cuenta estos atributos y lo que estos mismos despertaban en mi interior, reconozco que en un primer momento sentí cierto temor a la hora de realizar un primer acercamiento, sin embargo, y como suele ocurrir en estos casos, éste llegó cuando menos lo esperaba. Había aguardado dicho instante con cierta expectación y mi concentración parecía haberse perdido en un lugar muy lejano desde hacía algún tiempo, necesitaba saber cuál sería el resultado.
Escribo estas palabras meses después, quizás debido al miedo por el rechazo que me atenazaba en aquella época, aunque debo reconocer que esta poderosa incertidumbre ya ha desaparecido por completo.Y quién sabe si algún día mi entorno será consciente o partícipe de estas emociones. Puede que sea ella o......puede que estas palabras acaben siendo postergadas por el incesante paso de los días......

martes, 5 de junio de 2012

Pausas

Divago acerca del transcurso del día, y en ese preciso instante suena el teléfono de casa. Al otro lado del auricular escucho a un familiar lejano con el que no suelo hablar muy a menudo, por lo que aprovecho para ponerme al día en cuanto los distintos asuntos familiares se refiere.
Un rato después, decido cortar la conversación, aunque antes de volver al trabajo siento un leve cosquilleo en el estómago que me dirige hasta la cocina sin pensarlo dos veces. No hay tiempo que perder, así que tras haberme comido un exquisito trozo del fabuloso pastel de queso que mi vecina suele preparar todas las semanas tomo asiento una vez más.
Mi mirada se detiene ante el soleado paisaje que se divisa a través de la ventana y por un momento me imagino volando por el infinito cielo azul que se extiende sobre mi cabeza. Debo concentrarme, difícil tarea para alguien a quien le resulta imposible permanecer inmóvil durante un largo periodo de tiempo, no obstante, acabo de recordar dónde puse las llaves del destartalado baúl que mi madre lleva varios días buscando.
Está claro, necesito una pausa.

lunes, 4 de junio de 2012

Recuerdos lejanos

Ahí estaba yo, subido a la bicicleta de color azul que a día de hoy tanto anhelo, esperando que la carrera comenzase. A mi lado, mi amigo Javi ultima los preparativos comprobando los frenos de su vieja bici.
Es verano, y como viene siendo habitual durante los últimos años, mis padres han decidido que permanezca junto a mis abuelos durante todo el mes de agosto. Yo, por mi parte, acepto encantado esta propuesta.
Hoy en día, he de reconocer que echo de menos aquellos maravillosos años. Los meses de julio y agosto ya no resultan tan interesantes e intensos como solían ser y, en mi opinión, es una pena haber perdido gran parte de la inocencia característica de un niño. Es una lástima que, teniendo la oportunidad de viajar a casi cualquier lugar del mundo, no consiga sentir ni tan siquiera la mitad de las emociones que el verano solía generar en mi interior. A partir de hace algunos años, está época suele estar plagada de responsabilidades, inquietudes y planificaciones futuras.....
Sólo espero que algún día llegue a sentir el golpeo de las olas o el sentimiento de una amor fugaz con la misma intensidad que lo hacía cuando era pequeño y así revivir y reencontrarme con las gratas y nostálgicas experiencias que tan feliz me hacían en el pasado.